Edil Fedor Mateos

“Dos hechos marcaron la agenda la semana pasada, el 18 de mayo Batalla de las Piedra, el 20 de mayo la Marcha del Silencio, dos hechos aparentemente sin vinculación histórica pero que nos han querido arrebatar al pueblo uruguayo. En el primer caso transformando dicha fecha para celebrar el nacimiento del Ejercito Nacional, en el segundo caso minimizado una movilización que lleva 20 años y crece cada año. Voy hacer referencia justamente a las expresiones vertidas en el acto de conmemoración de Las Batalla de las Piedras en nuestra ciudad y vinculando justamente con lo que tiene que ver el 20 de mayo. En primer lugar, en lo que tiene ver al surgimiento de la nacionalidad oriental y social de la Batalla de las Piedras a nadie escapa que las diferentes revoluciones del 1810 en el continente americano surgen desde una visión continental: San Martín, Bolívar y Artigas y expresadas en documentos de la época, en las Instrucciones del Año XIII, reconocidas por prestigiosos historiadores del continente y reconocidos por cuatro de las provincias argentinas cuando lo designaron protector de los pueblos libres. La idea del nacionalismo oriental, surge más bien por imposición de Inglaterra como forma de penetración comercial a esos dos grandes países Argentina y Brasil, idea a la que Artigas se oponía, expresada en ese rechazo a participar del acto de la Jura de la Constitución y expresada los símbolos patrios de aquel escenario junto a la bandera uruguaya, ya que estaba la bandera porteña y la de sus dos grandes enemigos Brasil e Inglaterra y no esta en ese escenario la bandera de Artigas precisamente. Lo segundo en lo que tiene que ver la caracterización del Ejército Nacional como ejercito de Artigas, si uno analiza la Batalla de las Piedras el ejército español unificado, uniformado, disciplinados, bien pertrechados de un lado y del otro el ejército de Artigas, formado por: indios, soldados, gauchos y mujeres sin uniformes, indisciplinados, con armas de fabricación casera con herramientas cotidianas de tarea de campo. El Ejército Nacional si uno lo ve se parece al Ejército Español invasor, que al ejército de Artigas, no tuvo mujeres en sus tropas sino hasta bien entrada la democracia, incluso, el ejército de Artigas no era un ejército regular, sino que era el pueblo levantado en armas contra su opresor el mismo que lo acompaño en el Éxodo, que desembarcó en La Agraciada, que defendió heroicamente a Paysandú y que enfrento la dictadura de Terra y Bordaberry. En cambio el Ejército Nacional surge de una visión más imperialista, más al estilo europeo diríamos español, portugués o ingles que viene más o menos de la altura de Rivera y por ende al Partido Colorado muy vinculado a este. Por una clara formación de excluir al enemigo a cualquier precio sus actos más reconocidos están vinculados al genocidio charrúa, un acto de traición, la exclusión de Paysandú luego de que los buques de guerra los dejaran en cimientos y el funcionamiento de sus defensores al genocidio del pueblo paraguayo, junto a dos grandes ejércitos argentinos y brasileros y contra el pueblo oriental en las dictaduras con secuestros, torturas, violación y asesinatos no hubo clemencia en ninguno de esos casos solo barbaries, no son actos heroicos como algunos pretenden establecer. Heroico sí fue el pueblo que enfrento a los españoles en la Batalla de las Piedras que defendió a Paysandú, que enfrento la dictadura, rescato la democracia y lucha por verdad y la justicia. Entiendo seguramente que el ejército necesite actos heroicos para redimir su nombre después de las verdades que afloran con cada desaparecido encontrado, pero no es arrogándose actos heroicos que no le son propios,sino en una actitud humilde y digna dejar de cubrir y ser cómplice de asesinos, violadores y torturadores dejar de protegerlos bajo el manto de la impunidad y hacer frente de una vez por todas a la verdad y a la justicia, ese a nuestro entender, sería un verdadero acto heroico de nuestras fuerzas armadas y que lo pondría seguramente en el camino a la reconciliación con el pueblo uruguayo. Solicito que estas palabras pasen al Ministerio de Defensa y a la Comisión de Derechos Humanos”.