“Frecuentemente
están apareciendo enfermedades que diezman poblaciones en el mundo. Siempre las
mismas se dan en las zonas más pobre debido a la ausencia de medios de
protección de la salud y a su falta de cultura que no les permite buscar la
protección adecuada.
Hoy en día el ébola ha tenido una extensión muy grande en los
países africanos, llevando a la muerte a miles de personas. La amenaza de su
extensión en el mundo está latente. Nuestro país en una medida preventiva está
estudiando la instalación de un centro de tratamiento de esta enfermedad ante
la posibilidad de que se extienda antes que la ciencia pueda detenerla.
La aparición de nuevos virus y
bacterias producto de mutaciones de los
ya existentes, atacan sin piedad sobre todo a los que carecen de medios para
enfrentarlos. La mayoría de los que los sufren son pobres.
La población mundial tiene una
desigualdad alarmante. No me preocuparía la cantidad de dinero que posee una
parte de la población mundial sino que me preocupa la actitud mental de los
dueños del dinero y del poder ya que miran con indiferencia a los que padecen
situaciones de pobreza extrema que los lleva tempranamente a la muerte.
Por otro lado la ambición por el
poder, las riquezas y las rivalidades religiosas provocan guerras que llevan a
la eliminación de millones de seres humanos y a sembrar una disociación de
familias y pueblos que prácticamente se transforman en muertos en vida. Esto
también lo sufre más el que menos tiene.
Lo peor de todo es la generación de
odios y no la búsqueda de entendimientos y de soluciones. Existen los que dan
su apoyo con gran voluntad de servicio, pero están los otros que se aprovechan
de la situación desgarrándose las vestiduras
gritando por los derechos de los pobres pero lo único que buscan de
ellos es el respaldo con el voto en los regímenes democráticos para usufructuar
el poder, y en los que no lo son esconden la miseria humana y el dinero engrosa
los bolsillos de los líderes.
La población mundial aumenta a ritmo
exponencial y a ese mismo ritmo aumenta la esclavitud generada por la ausencia
de derechos y de posibilidades de vida digna.
Todos nos aferramos a la esperanza
de un mundo mejor aunque cada vez la posibilidad se ve más lejana”.