martes, 9 de septiembre de 2014

Edil Pedro Ramos

“En primer lugar, me voy a referir a una nota que me hicieron llegar vecinos del barrio Malbajar de Sarandí del Yí y que en lo medular dice así: “Quien suscribe domiciliada en barrio Malbajar quiere poner en su conocimiento hechos ocurridos en reiteradas oportunidades al solicitar telefónicamente en horas de la madrugada el servicio de un taxímetro y que a mi juicio por lo menos constituyen mala prestación del servicio u omisión y que provoca indignación por la actitud, pero también angustia ya que los motivos del llamado son variados pero casi siempre realizados por personas de avanzada edad y precaria salud, que procuran ser trasladados desde un barrio apartado y alejado al centro o alguna de las instituciones de salud locales. Unas veces por razones de salud de familiares o de vecinos, otras por razones de concurrir al trabajo o por haber inclemencias de tiempo, e incluso por traslado a algunas de las agencias de ómnibus locales, se ha llamado a distintos taximetristas pero ninguno ha contestado, teniendo correo de voz, no dignándose a contestar ni contactarse posteriormente. No escapa a mi conocimiento que alguno pueda estar haciendo un viaje e incluso encontrarse lejos de la ciudad, pero si así fuera ¿por qué no contestan o dan una explicación? Hace algún tiempo se difundió públicamente que existió una reunión de autoridades con todos los taximetristas por la problemática y se llego a un acuerdo que habría taximetristas de guardia en horario nocturno, pero por lo que he experimentado esto no se cumple. Aun si existiera y cumplieran con guardia para horario nocturno, pregunto: si ese taximetrista se encuentra fuera de la localidad ¿queda otro taximetrista en su lugar o no se prevé esto?. De los taximetristas a los cuales he llamado para solicitar su servicio hay alguno que ha entregado almanaques que dice “taxi las 24 horas”, pero se ve que es solo un slogan. Un ex taximetrista me manifestó que no se quiere realizar viajes por la noche porque lo que se cobra es muy inferior a lo que corresponde y que además se toma esa medida como protesta por la existencia de automóviles de alquiler “truchos”. Sobre este último punto debo decir que no me consta, porque nunca he utilizado uno que no era un taxi autorizado, y es a esto a los que he llamado una y otra vez insistiendo hasta siete veces en la madrugada, sin obtener respuesta. Es de público conocimiento que la adquisición de un vecino para taxi tiene un costo sensiblemente inferior a si se adquiriera para uso particular, pero que en los hechos se utiliza como tal, sin prestar el servicio para el que fue adquirido. Este hecho produce en la población la suspicacia que lo que esas personas han obtenido es el abaratamiento en la compra de los vehículos (la vieja viveza criolla), con la excusa de utilizarlo como taxímetro, además de la presunción que no existen o no se realizan los controles debidos por parte de las autoridades competentes. Al finalizar la presente, expreso que no tengo animosidad con ninguno de los taximetristas, ni he tenido problemas personales con ninguno de ellos, pero en mi nombre y constándome que otros vecinos han tenido el mismo problema, solicito se sirva gestionar ante quien corresponda que den cumplimiento en la prestación del servicio en horario nocturno por parte de los taximetristas de Sarandí del Yí”. Quisiera que estas palabras pasaran a la Comisión de Transito y de Derechos humanos”. 

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