“Con las derrotas en Corea
y en Vietnam y el rechazo que la guerra suscitó en el pueblo norteamericano,
llevando incluso a la supresión del servicio militar obligatorio, la
administración norteamericana debió plantearse la reformulación de la doctrina
de manera que no implicara el uso de fuerzas propias en la defensa continental
tanto al enemigo interior como el externo. Su reformulación es conocida como la
Doctrina de Seguridad Nacional de Nixon, reforzar la capacidad militar de los
regímenes pro norteamericanos escondidos en el tercer mundo y prepararlos para
una función de policía dentro de una región. Esta doctrina que pone todos sus
esfuerzos en los ejércitos interiores de cada país, resultaba mucho más eficaz
y menos comprometedora de la ya por si creciente tensión internacional y al
mismo tiempo evitaba la posible reacción de la oposición norteamericana. Con el
objetivo de conservar los aspectos centrales de un orden social que
garantizaba, reproducía y ampliaba sus beneficios económicos y teniendo como
aliados a la clase dominante de los países de América Latina, impulsaron Golpes
de Estado llevados a cabo por las Fuerzas Armadas en sus respectivos países. En
1964 la clase obrera organizada en nuestro país y ante el golpe de estado en
Brasil definía que ante el menor indicio de reproducirlo en nuestra patria los
trabajadores responderíamos con la huelga general. Nueve años se sucedieron,
años de intensas luchas políticas y sociales pero también de represión y
asesinato por parte de gobiernos, hasta entonces electos democráticamente.
Nueve años de acumulación de fuerzas, un creciente movimiento popular unido a
la clase obrera, vanguardia de todas las luchas y reivindicaciones populares.
Todo esto bajo la mirada atenta del imperialismo norteamericano que en 1971
comenzaba a preocuparse que ese movimiento popular encontrara su expresión
política en la unidad de todas las corrientes progresistas y de izquierda que
conformaron el Frente Amplio. Comenzaban a preocuparse que esta expresión se
hiciera carne en América Latina e hiciera peligrar su dominación sobre nuestros
pueblos y la riqueza de nuestros territorios. Pero también algunos sectores de
las clases dominantes intentaron recuperar el control absoluto de las
decisiones económicas ante la amenaza que para sus privilegios materiales
representaban los cambios impulsados por los movimientos sociales, mostraron su
preocupación. Los últimos años de la democracia bajo el mando de Pacheco y
Bordaberry representantes de la oligarquía nacional fueron años de medidas
prontas de seguridad, de recorte a la libertad individual de opresiones de
grupos parapoliciales y paramilitares, de secuestros, desaparición y asesinato,
de torturas y violaciones a los derechos humanos por parte del estado. Y un 27
de junio la oligarquía nacional en su expresión política de Juan María
Bordaberry decretaba la disolución del Poder Legislativo y entregaba el poder a
las Fuerzas Armadas. Fue una dictadura que nación en ideas de muerte porque la
clase trabajadora y el pueblo cumpliendo con su mandato histórico de defender
la democracia hasta las últimas consecuencias inicia una huelga general y la
ocupación de las fábricas. Se suman la Universidad de la República y los
liceos, nuestros gurises enfrentando la dictadura y defendiendo la democracia.
15 días le sucedieron a la histórica huelga general, 15 días de represión y
desalojos y vuelta los trabajadores a ocupar. 15 días de ollas populares y
solidaridad del pueblo uruguayo. 15 días donde quedó demostrado que la unidad
de la clase trabajadora y del pueblo es inquebrantable. En ese marco, el 40 aniversario
de la histórica huelga general, el Movimiento Sindical de Durazno realiza una
marcha en reclamo de cartera de tierras para la construcción de viviendas
sociales. Es la segunda movilización que se hace por este tema, una vieja
aspiración de la clase trabajadora y el pueblo de Durazno. El Movimiento
Sindical viene trabajando desde 2009 en la solución de esta problemática y
lamentablemente por “burrocracia” de la Intendencia de Durazno, el pasado
diciembre no pudieron participar del sorteo para el otorgamiento de préstamos
de la Agencia Nacional de Viviendas. Ahora nuevamente un compromiso asumido por
la Intendencia de Durazno en el mes de mayo que incumplieron, hace avizorar que
tampoco van a entrar en el sorteo de Julio venidero, con lo cual estamos
hablando de un año y medio perdido por culpa de la Intendencia de Durazno. El
trancazo a más de 700 familias que aspiran a tener una vivienda propia. Esto
muestra que la Intendencia no tiene una política de tierras claras como la
Intendencia de Montevideo por ejemplo que en estos tres años entregó 70
parcelas a FUCVAN y 19 al programa de vivienda sindical, y el mes que viene va
a entregar dos parcelas más. Y no estoy contando las parcelas que han entregado
los Intendentes Frenteamplistas anteriormente. No pretendemos que la
Intendencia de Durazno aplique la misma política porque para ello está claro
que deberíamos tener un Intendente Frenteamplista y quizás comunista también.
Pero si pretendemos que se agilicen los trámites de la Intendencia de Durazno a
los efectos de que en el próximo sorteo de diciembre puedan participar. El
movimiento sindical tiene claro esto y en estos momentos va a estar definiendo
las profundizaciones de las acciones tendientes a resolver favorablemente sus
reivindicaciones y todo esto con la lucha de 86 familias de “Un techo por mi
País” y la acampada en la Plaza Sarandí durante un mes y medio. Que la Huelga
General del 73 es una lección y un ejemplo a seguir también cuando de valores y principios se
trata. Es que la fortaleza de la clase trabajadora y el pueblo está en su
unidad también y que la lucha organizada es la vía para avanzar en democracia,
lo están descubriendo cientos y miles de uruguayos porque como expresara
Artigas, nada debemos esperar sino de nosotros mismos. Hoy estamos a 40 años de
aquellos 15 días de huelga general, 15 días que quedarán marcados en la memoria
colectiva, que quedarán en la historia, los 15 días más históricos de nuestro
pueblo que indefensos se enfrentó a palos y metralletas para defender la
libertad, la justicias y la democracia, que lo vayan sabiendo, no hay nada a lo
que no enfrentaría este pueblo por menos que eso, en particular por la vivienda
digna y propia”.
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