El pasado 1º de Mayo fue un día de reflexión
y festejo para los trabajadores uruguayos, todos nos adherimos a este día ya
que todos estamos o hemos pasado por el mundo del trabajo. El trabajo en todas
sus manifestaciones ha permitido la transformación en la vida del hombre a
través de milenios. Todas las creaciones que permitieron los avances
científicos y tecnológicos pasaron por la mano del hombre, si bien alguno de
ellos dadas las características del ser humano trajeron dolor y muerte pero no
fue culpa del obrero sino de mentes insanas que lo obligaron a crear. El mundo
del trabajo creo dos polos que si bien a veces mantuvieron o mantienen antagonismo
ambos están ligados por una dependencia simbiótica lo que debería ser de
armonía y mutua colaboración, estas son el capital y el trabajo. Pero la
realidad es otra, la relación empezó muy mal por el afán de poseer riqueza,
hizo que el más débil, el trabajador, perdiera esta relación siendo explotado y
viviendo en condiciones infrahumanas. La revolución industrial marca un cambio
con la creación de fuentes de trabajo que ocupaban a mucha mano de obra, esto
trae la unión del trabajador para defender su salario y las condiciones de
trabajo. Aparece la huelga como resistencia al incumplimiento de sus demandas, esto
si bien trae conquistas obreras también trae dolor ya que las mismas eran
reprimidas en forma brutal. El obrero en forma lenta logro conquistas que
permitieron una vida más digna, pero lo que debía ser relación armónica todavía
no lo es, el enfrentamiento en partes todavía continua pero en forma más
atenuada. Lo que lamentablemente es el individualismo mal intencionado de
algunos líderes sindicales, que en vez de transformarse en negociadores
representantes del colectivo se transforman en ególatras que aprovechan su
condición para sacar provechos personales. Observamos hoy en día como se
politizan los gremios a través de líderes que utilizan como escalón político el
cargo que les dio el colectivo. Esto no quiere decir que el obrero no tenga un
pensamiento político partidario, sino que piense que los demás también lo tienen
sino que puede ser distinto. Todas las manifestaciones reñidas con la ética
sindical que desaparezcan, mujeres y hombres que dependen del mundo del trabajo
busquen soluciones en forma negociada sin manifestaciones de odio que tanto mal
le hace al país. Tengo la esperanza que hombres y mujeres de este país vivan
más felices con retribuciones justas y condiciones de trabajo dignas, para que
todos seamos más felices. Los gobernantes cumplan con su cuota de
responsabilidad que también la tiene porque ellos también son parte protagónica
tanto como empleadores como en su rol de mediadores. Estas palabras simplemente
son una reflexión sobre este tema”.-
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