martes, 27 de agosto de 2013

Edila Elsa Casas

PLANTEO 23/8/2013
“En el día de hoy y con mucho dolor me quiero referir al desgraciado acontecimiento que le tocó vivir a distintas familias en Villa del Carmen y que sin duda, desde lo emocional, vivimos todos los habitantes de la misma. Un enfermo siquiátrico debido a su estado irrumpió en distintos hogares agrediendo, creando temor, destruyendo y perdiendo la vida en esa situación que desde luego  la justicia aclarará. Mis consideraciones sobre el tema obedecen a que todo el lugar sintió este tema casi como propio. Todos conocíamos a este enfermo, ayudábamos a veces a su madre para que lo fuera a ver y con frecuencia le daban de alta temporal. Estaba internado en la Colonia Etchepare y nos llamaba la atención que cada tanto estuviera en el pueblo y anduviera solo. Sin dudas que la peor parte de la llevó un joven padre de familia que en defensa de su esposa e hijos y su hogar, se ve involucrado en temas que nunca hubiera soñado vivir, dado que la vida de esta familia pasa por el trabajo y sobre todo por ser gente de bien y merecen tener un futuro tranquilo y venturoso. En esta situación que el destino les tenía deparado, todos los involucrados han sido víctimas, y por lo tanto merecen la comprensión y el sentimiento que demostró sentir todo Villa del Carmen.
Queremos transmitir, porque estamos autorizados por la familia de Ramón Sanchez, el agradecimiento a todos los habitantes de la Villa por la solidaridad demostrada en tales instancias. Solicito que si es posible mis palabras pasen al Municipio de Villa del Carmen reflejando no solo un sentir personal, sino la de todos los carmenses pidiendo que la justicia haga justicia.


En otro tema, quiero comentar algo personal, pero lo hago porque pienso que le pasa a todos los duraznenses. En la tarde pasada salí de esta Junta y debí hacer tiempo porque tenía otra reunión de comisión. Cuando llegué a la vereda del supermercado, dos niños estaban en la puerta y ambos me pidieron dinero que por supuesto no les di. Cuando llego a la vidriera de la joyería me encara un artesano con una presencia bastante desagradable, me mostró sus artesanías y como no le compré me pidió dinero. Frente a Abitab otro hombre joven le daba un papelito a una señora mayor y esta le daba dinero, y en cuanto llego a la calle Penza, una joven mujer con dos niños chicos también me pide una colaboración. Decidí volver y tomar un poco de sol en la plaza Sarandí y sin dudas que no fue lo mejor. Pasó muy poco tiempo antes de que otro joven me encarara y me pidiera dinero para comer algo, según él. Me volví para esta Junta y así me sentí protegida. Pero me pregunto… ¿Qué pasa en esta ciudad? Que según estadísticas que vi ayer en un informativo de la tele, en este departamento hay trabajo. Pero seguramente faltan muchas otras cosas. No hay respeto, no hay códigos, y pude observar, y lo veo todos los días que a quienes más encaran es a las mujeres y cuanto mayor sean es más fácil infundirles temor. Lamento mucho decirlo, pero la sensación que tenemos es que esta ciudad es tierra de nadie, porque no se ve que se contenga a esta gente que deambula por las calles molestando, agrediendo y así creando temor en cuanto ciudadano circula. Desde esta Junta muchos señores ediles han hablado sobre este tema de inseguridad y temor justificado que se vive. Se han hecho reuniones de todo tipo, pero a pesar de todo no hay autoridad que ponga límites. Pido que mis palabras pasen al Sr. Intendente, a los Diputados por el departamento y al Ministerio del Interior”.        

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