PLANTEO 23/8/2013
“En el día de hoy y con
mucho dolor me quiero referir al desgraciado acontecimiento que le tocó vivir a
distintas familias en Villa del Carmen y que sin duda, desde lo emocional,
vivimos todos los habitantes de la misma. Un enfermo siquiátrico debido a su
estado irrumpió en distintos hogares agrediendo, creando temor, destruyendo y
perdiendo la vida en esa situación que desde luego la justicia aclarará. Mis consideraciones
sobre el tema obedecen a que todo el lugar sintió este tema casi como propio.
Todos conocíamos a este enfermo, ayudábamos a veces a su madre para que lo
fuera a ver y con frecuencia le daban de alta temporal. Estaba internado en la
Colonia Etchepare y nos llamaba la atención que cada tanto estuviera en el
pueblo y anduviera solo. Sin dudas que la peor parte de la llevó un joven padre
de familia que en defensa de su esposa e hijos y su hogar, se ve involucrado en
temas que nunca hubiera soñado vivir, dado que la vida de esta familia pasa por
el trabajo y sobre todo por ser gente de bien y merecen tener un futuro
tranquilo y venturoso. En esta situación que el destino les tenía deparado,
todos los involucrados han sido víctimas, y por lo tanto merecen la comprensión
y el sentimiento que demostró sentir todo Villa del Carmen.
Queremos transmitir,
porque estamos autorizados por la familia de Ramón Sanchez, el agradecimiento a
todos los habitantes de la Villa por la solidaridad demostrada en tales
instancias. Solicito que si es posible mis palabras pasen al Municipio de Villa
del Carmen reflejando no solo un sentir personal, sino la de todos los
carmenses pidiendo que la justicia haga justicia.
En otro tema, quiero
comentar algo personal, pero lo hago porque pienso que le pasa a todos los
duraznenses. En la tarde pasada salí de esta Junta y debí hacer tiempo porque
tenía otra reunión de comisión. Cuando llegué a la vereda del supermercado, dos
niños estaban en la puerta y ambos me pidieron dinero que por supuesto no les
di. Cuando llego a la vidriera de la joyería me encara un artesano con una presencia
bastante desagradable, me mostró sus artesanías y como no le compré me pidió
dinero. Frente a Abitab otro hombre joven le daba un papelito a una señora
mayor y esta le daba dinero, y en cuanto llego a la calle Penza, una joven
mujer con dos niños chicos también me pide una colaboración. Decidí volver y
tomar un poco de sol en la plaza Sarandí y sin dudas que no fue lo mejor. Pasó
muy poco tiempo antes de que otro joven me encarara y me pidiera dinero para
comer algo, según él. Me volví para esta Junta y así me sentí protegida. Pero
me pregunto… ¿Qué pasa en esta ciudad? Que según estadísticas que vi ayer en un
informativo de la tele, en este departamento hay trabajo. Pero seguramente
faltan muchas otras cosas. No hay respeto, no hay códigos, y pude observar, y
lo veo todos los días que a quienes más encaran es a las mujeres y cuanto mayor
sean es más fácil infundirles temor. Lamento mucho decirlo, pero la sensación
que tenemos es que esta ciudad es tierra de nadie, porque no se ve que se
contenga a esta gente que deambula por las calles molestando, agrediendo y así
creando temor en cuanto ciudadano circula. Desde esta Junta muchos señores
ediles han hablado sobre este tema de inseguridad y temor justificado que se
vive. Se han hecho reuniones de todo tipo, pero a pesar de todo no hay
autoridad que ponga límites. Pido que mis palabras pasen al Sr. Intendente, a
los Diputados por el departamento y al Ministerio del Interior”.
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