PLANTEO 16/8/2013
“Hoy me quiero referir a
un texto de Saul Piña escrito en un diario local que habla de la Comisión de
Caridad y habla del hospital viejo y dice: “La piedra fundamental se colocó el
29 de marzo de 1921. En febrero de 1927 el Doctor Maritirené decía que la esencia
y el espíritu de esta construcción lo constituyen las gestiones iniciales de
tiempos inmemoriales por los habitantes del departamento representados por
sucesivas comisiones, particularmente por la última presidida por la Sra.
Otilia Schulze de Galarza. Para iniciar los trabajos se debió recurrir a una
colecta pública destacándose dentro de los contribuyentes al Sr. Santiago
Bordaberry quien colaboró con la suma de $20.000 con destino específico de una
sala de maternidad. También del ex Presidente de la República, Dr. Tiziano
Viera realizó gestiones ante el Parlamento Nacional logrando $100.000 para el hospital.
El costo total de la obra fue de $211.980” y sigue una larga lista de recuerdos
para lo que es hoy el hospital viejo. Y después habla también de todos los
médicos y directores que pasaron por allí. Dice que el 5 de octubre de 1966 el Hospital
Durazno, hoy Penza, fue declarado monumento histórico estableciéndose en el
considerando que el antiguo hospital de la ciudad de Durazno es un testimonio
de las concesiones higiénicas del programa hospitalario de principio de siglo,
así como del esfuerzo solidario de la sociedad del departamento. Quiero
destacar esto que escribe el periodista Saúl Moises Piña, porque antes de lo
que me sucediera en el día de ayer, yo lo había leído y parece que fuera como
una premonición. El día miércoles me llama una señora a mi casa preocupada
porque estaban arrancando el techo del Hospital Viejo que está enfrente a la
calle Morquio y que eran los que estaban por calle Maciel. Es lo que vemos
todos los duraznenses, esas personas indigentes o sin ganas de trabajar que se
han instalado allí a hacer grandes fogatas con los tirantes y todo lo que
encuentran y llevan toda la mugre para ese lugar. Preocupada la señora me decía
que podía hacer y yo hice la denuncia, intenté llamar al 2349 de jefatura y me
decía que no existía el número, después llamé algún amigo a ver si conseguía
algún teléfono, entendía que era de la seccional 13. Llamé al 911 y de ahí me
derivaron a la Jefatura de Durazno y hablé, hice la denuncia, conseguí otro
celular, volví a llamar y llamé a la seccional 13. No obstante eso, después que
me comuniqué con la 13, fui al hospital unos 15 o 20 minutos después, no había
ido nadie, vi a las personas, les saqué cuatro foto desde la calle Morquio con
mi celular y me fui hasta la comisaría 13 en ruta 5, pegado a la Ancap, y allí
hablé con el Agente que me dice que no habían ido todavía porque estaban
atendiendo un vehículo con una persona de 80 años que se había accidentado y me
dicen que enseguida van. Bueno, volví a ir y no habían ido todavía, a todo eso
había pasado media hora y ahí estaban los indigentes tirando para el local de
ellos, el de calle Maciel, tirando los tirantes que sacaban de allí. Pero no
obstante eso, al rato me encuentra un policía que me pide los datos, la cedula,
la credencial, donde vivo, como cómo, donde duermo, que hago, y le di, ya se lo
había dado antes. Y a las tres horas estaba un coche policial en mi casa de
vuelta pidiéndome como me llamaba, donde duermo, que cómo, como se llamaba mi
padre, como se llamaba mi madre. Al otro día volvió la policía a casa a volver
a preguntarme que cómo, como me llamo y que tenía que darle el nombre de la
señora que me llamó y le dije que no, que me reservaba el derecho de decirle, y
que era yo quien en definitiva había hecho la denuncia. Y habían llevado al
indigente porque dicen que el indigente lo insultó al policía pero no lo llevó
porque estaban desarmando el techo del hospital. Y fueron y me citaron que la
una de la tarde tenía que estar en el juzgado. Fui una y cuarto y salí a las
tres y media. Con un juez de paz que creo que estaba subrogando y la Dra.
Lanzani de allí, y me hicieron un interrogatorio extenso y me sentí como que yo
era el asesino, y llegaron al punto de decirme si sabía que yo era funcionario
público y sabía las obligaciones que tengo, y les dije que sí, que por algo
hice la denuncia. Me pidieron el celular prestado por las fotos y se lo
llevaron, estuve una hora esperando y después me llevaron a investigaciones
allá arriba donde estaba un funcionarios mirándome las fotos particulares mías
y mirando las otras. Suerte que no tenía nada raro, porque vio lo que pasa en
Argentina que aparece videos y esas cosas… Digo porque le puede pasar a
cualquiera que vaya a denunciar. Me parece que las cosas no funcionan así, al
final imprimieron la foto porque querían que yo les dijera quienes eran y
quienes no eran, pero a 50 metros de donde saque la foto no iba a reconocer,
pero bueno. Es bueno esto decirlo, porque me pasó a mí y yo creo que la policía
hace lo que le mandan y está bien, pero no precisan ir tres veces a mi casa a
preguntarme como es mi numero de celular, que dirección tengo, como son mis
padres, mis nombres, mis dos apellidos… pero bueno, es el trabajo de ellos. Y
después la justicia que vemos que los que denuncian son más perseguidos que los
propios delincuentes. Yo de aquí quiero decir que eso es de la Intendencia
Departamental de Durazno, que esos indigentes no pueden estar ahí, porque yo le
decía al juez que los indigentes viven dentro de la casa que le dejan vivir y
están sacándole el techo a donde ellos viven, así que no están robando, si es
la casa de ellos…. En definitiva ellos siguen donde están, siguen desarmando y
quiero que la Comisión de Obras de alguna manera saque a esta gente de acá
porque es muy sencillo con las leyes que hay hoy y proteger eso de alguna
manera. Ya no quedan más tirantes, ya no queda más nada, vamos a llegar al
punto en que desarmamos eso, hacemos una plaza pública con un gran monumento
porque eso ya no sirve para más nada y es solo para albergar indigentes y que
todos los vemos y a nadie le gusta lo que pasa”.
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